miércoles, 18 de septiembre de 2013

¿A quien protege el gobierno?

Durante las últimas semanas, los capitalinos padecimos las inclemencias del tiempo, terriblemente agravadas por las inclemencias de las marchas magisteriales.
No es mi intención, al menos en este artículo, argumentar a favor o en contra de las demandas de los maestros.
Sólo quiero hacer notar un punto, que tiene que ver con la función misma del gobierno y su capacidad para desempeñarla. Me refiero a la función primordial del gobierno de proveer seguridad a los ciudadanos.
De hecho, si lo pensamos detenidamente, llegamos a la conclusión de que el gobierno existe sólo para proveer seguridad.
En los albores de la civilización moderna, en la tan desconocida Edad Media, los señores feudales tenían pactos de vasallaje con los caballeros que habitaban en el feudo respectivo, y aquellos con los siervos y campesinos de la región, como un acuerdo de mutuo beneficio:
Los señores feudales brindaban protección a cada uno de sus vasallos, y éstos daban tributo a su señor.
Esta era la forma arcaica de los actuales impuestos.
Los ciudadanos comunes y corrientes dan parte de sus ganancias, y a cambio de ello obtienen la protección del gobierno.
En efecto, la función primordial del gobierno es brindar seguridad a sus ciudadanos:
Seguridad Personal: vigilar que nadie sea lastimado en su persona, sea fortuitamente o intencionalmente. En relación  al primer caso, existen reglas (por ejemplo los semáforos) cuya función es evitar accidentes. El gobierno debe cuidar que dichas reglas se cumplan. En términos de daño intencional, vigilar para que nadie abuse de los demás por ser más fuerte (vigilancia policial). En este rubro entran también los servicios médicos, cuya función es darle a los ciudadanos la seguridad de que serán cuidados en su cuerpo para evitar, hasta donde sea posible, que las enfermedades hagan estragos en los ciudadanos.
Seguridad Patrimonial: vigilar que los bienes de las personas no sean dañados -nuevamente- ni por causas fortuitas ni por otras personas. En este sentido, el gobierno debe cuidar que los ciudadanos no habiten en zonas de riesgo, que se encuentren debidamente protegidos de los fenómenos naturales, etc. pero debe también vigilar (vigilancia policial) que nadie dañe o tome los bienes producto de nuestro trabajo.
 Seguridad Jurídica: significa, por un lado, que los contratos entre particulares y con el Estado se realicen en un marco jurídico previsible y estable. Por eso, entre otras cosas, las leyes no son retroactivas: para dar certeza jurídica. Por eso, entre otras cosas, una parte importante del gobierno es el sistema judicial que "arbitra" las desavenencias entre las partes de un contrato
Seguridad Económica: Consiste en la seguridad que deben tener las personas de que no les faltarán medios de vida. En este renglón entra, por ejemplo, la política monetaria adecuada, los programas de fomento de trabajo justamente remunerado, etc.

En este contexto, ¿cómo se sitúa la acción del gobierno frente a las protestas de la CNTE?
Definitivamente, nunca se protegió ni la seguridad personal ni patrimonial de las personas: No sólo se destruyeron locales y mercancías, violentando la seguridad patrimonial, sino que se puso en riesgo la vida y la salud de las personas al obligar a madres y padres de familia a dejar abandonados a sus hijos en las escuelas por no poder recogerlos.
Se violentó también la seguridad económica al destruir -muchas veces de forma permanente- fuentes de trabajo. Se violentó la seguridad jurídica al no existir la certeza de que el gobierno actuará frente a quienes violen el pacto social.

Sólo cuando se vieron violentadas las prebendas del gobierno (usar el Zócalo Capitalino para festividades cívicas) y se puso en riesgo la seguridad personal de los gobernantes, sólo entonces entró en acción la fuerza coercitiva del gobierno.
En otras palabras, el gobieno no protegió a los ciudadanos. Se protegió a si mismo. Punto.

El señor feudal no cumplió el pacto de protección. Sólo protegió al castillo, no al feudo.
Para colmo, y a cambio de no cumplir su parte del pacto, el señor feudal de México exige a sus habitantes más tributo.
Pregunto: ¿a cambio de qué?